viernes, 22 de mayo de 2015

¡AIL Madrid muestra sus nuevas obras de arte!

Desde las luces y sombras de Velázquez hasta los tonos azules y la geometría de Picasso, España es famosa por su expresión artística. En la cultura española, podemos ver fuertes referencias a sucesos que marcaron la historia del país como su religión, las dos repúblicas, la dictadura, los descubrimientos, las guerras e incluso las grandes obras de arte de su literatura. Por encima de los simples tópicos que se dicen sobre los españoles, está la única y extraordinaria habilidad que tienen para expresar sus enfrentamientos, triunfos y diferencias, a través de colores, sombras y lienzos.

AIL Madrid colabora por su parte, exponiendo obras de arte en sus aulas, realizadas por encargo por artistas españoles. Estas obras representan los sitios de la ciudad más famosos, que también dan nombre a nuestras salas, tales como Cibeles, Serrano y Puerta de Alcalá, entre otros.
Hace poco, tuvimos el placer de charlar con la artista Raquel Portillo Caballero sobre las interpretaciones y el razonamiento que se esconden detrás de cada pieza de arte, para poder compartirlas con todos vosotros. ¡Esperamos que disfrutéis de este increíble simbolismo del arte, tanto como lo hemos hecho nosotros!



Cibeles
En esta obra, Raquel representa la famosa estatua, que recibió este nombre en 1895, y que se convirtió en un símbolo del crecimiento y la fuerza vital de la ciudad. La diosa Cibeles, tirada por leones, parece que sale del lienzo con toda la potencia de su legendaria fuerza. En la esquina superior izquierda, reconocemos el Palacio de Comunicaciones gracias a una estampa de postal dibujada en el mismo, que nos recuerda que este maravilloso edificio fue una vez sede de la Oficina Central de Correos. Gracias a la técnica moderna y el diseño colorido utilizados, el artista resume perfectamente la majestuosidad de este lugar en el pasado y el dinamismo de su era moderna, que todavía puede sentirse cuando visitas la Plaza de Cibeles.


Castellana

El Paseo de la Castellana es la arteria principal de Madrid y conecta las partes más importantes de la ciudad, de norte a sur. Aquí, el artista decidió representar la parte más nueva y reconocible del Paseo, las Torres KIO, y creó una imagen con dinamismo y fuerza emocional. Las dos torres, que se acercan entre sí y son simétricas, representan el magnetismo entre el hombre y la mujer, y los tonos oscuros y estridentes representan estas fuerzas opuestas en la mente del artista.

Alcalá

En esta interpretación abstracta, Raquel eligió representar la Puerta de Alcalá con sus características más esenciales, mostrando sólo la mitad del monumento en toda la imagen. El artista quiere representar la entrada de Madrid desde las ciudades y países que la rodean;  los colores y trazas llevan la fuerza simbólica de este lugar en la historia de España, y la entrada a la calle nos recuerda la división entre los espacios de nuestros mundos público y privado.

Colón

Representa a uno de los símbolos más destacados de la historia, estas dos obras nos recuerdan el Descubrimiento de América. La separación de los dos lienzos simboliza dos continentes que se entrelazaron gracias a una idea que apareció en la mente de un marinero. El pintor eligió los colores de nuestro planeta, azul océano y marrón tierra, como un homenaje a los cuatro viajes anteriores de Colón en busca de las especias de las indias, y un amarillo claro para representar la innovación y riqueza que se encontró en el nuevo continente. El globo terráqueo en el centro de dos mesas, sostenido en las manos de alguien tan pequeño y como la decisión de un soñador cambió una civilización entera. El propio Colón está de pie en el fondo del lienzo, donde aparece con orgullo de haber realizado tan valiente proyecto.

Retiro
Esta esquina del Parque del Retiro en la que se centra el autor es una de las más interesantes: la Glorieta del Ángel Caído se erige sobre el suelo donde la Capilla de Habsburg de San Antonio Abad fue construida, y demolida posteriormente, seguida de una fábrica de porcelana, también destruida durante la Guerra de la Independencia.
La escultura actual representa el ángel preferido por Dios, Lucifer, que fue desterrado del cielo y llevado a un eterno sufrimiento. Por una curiosa casualidad, la estatua fue situada en el Retiro, a 666 metros por encima del nivel del mar, lo que derivó en numerosas interpretaciones sobre una posible colocación de la estatua en tributo al demonio.
El lienzo parece estar en calma y serenidad, a pesar de los colores vibrantes que aparecen a lo largo de Madrid. Podría parecer que el Ángel Caído estuviera en un estado de aceptación de lo que le ha sucedido, pero el corazón lastimado contrasta fuertemente con el fondo amarillo.

Serrano
La Calle Serrano fue una vez casa de muchos miembros ilustres de la sociedad, como el escritor Ruben Darío, que vivía en el número 27 en el tiempo en el que fue embajador de Nicaragua. Como político y escritor, Darío fue considerado uno de los precursores del modernismo y, de hecho, su primer trabajo, “Azul” en 1888, supuso el comienzo del Modernismo, época que se caracterizó por visiones de princesas, ciudades distantes, el entorno de Versalles y los símbolos antiguos. La idea de la belleza conecta las dos pinturas en este espacio con un tono incluso sarcástico: una relata el trabajo de Darío mientras que la otra se centra en la frivolidad de las compras y el “shopping” característico de la Calle Serrano hoy en día.

Atocha
El espíritu de Atocha, donde se encuentra la estación de tren más grande de España y que sufrió uno de los ataques terroristas más devastadores, se representa aquí como uno de las claves fundamentales del desarrollo de España, con sus vías repartidas como venas alrededor del país. La estela de humo del carbón gris a través de los bosques y la fachada de hierro del tren parecen salir fuera del lienzo con fuerza e innovación, simbolizando cómo el país ha cambiado y ha reaccionado ante los nuevos retos y amenazas que se han presentado. Atocha, en los ojos del pintor, es la fuerza de la vida, el renacimiento y el futuro de un pueblo.

La Latina
La Latina es uno de los barrios más famosos y preferidos de Madrid y ofrece una gran variedad de auténtica comida española, arte, calles sinuosas y mercados al aire libre. El artista decidió representar este famoso distrito  a través de uno de sus lugares más conocidos: el Teatro La Latina, que acoge algunos de los mejores conciertos y obras de teatro de la ciudad. El teatro y su arte infinito simbolizan el ambiente cultural que tiene esta zona, donde se mezclan clasicismo y modernidad, así como el pasado, presente y futuro de Madrid.

Sol



Sol es, con diferencia, la plaza más reconocida y famosa de Madrid, con una historia que data de cientos de años de antigüedad. En ella, se encuentran algunos de los elementos más famosos de la ciudad, como la estatua medieval del oso y el madroño, el reloj del edificio, que da las campanadas para recibir al Año Nuevo o el famoso cartel del Tío Pepe que ha sobrevivido a bombardeos y cambios durante casi un siglo. Por si fuera poco, Sol es el punto donde comienzan todas las carreteras que radian de la ciudad, así marcado como una placa situada en frente del reloj donde se puede leer “Km. 0 origen de las carreteras radiales”. El artista eligió representar estos elementos tan característicos en un tríptico con símbolos de atmósfera violeta que llama la atención del que lo observa como si fuera el pulso y latido de la ciudad en sí misma.



Génova
El rascacielos de Colón, diseñado en los años setenta por el arquitecto Antonio Lamela, es una de las torres más altas de la ciudad y está enfrente de la famosa plaza con el mismo nombre. Ambos fueron construidos durante la recuperación económica posterior a la caída de la dictadura, y son los elementos más distintivos del barrio de Génova, desde los ojos del artista: las torres simbolizan como Madrid ganó terreno como una de las capitales más importantes de Europa y asegurándose su poder gracias a la modernidad de sus estructuras conectadas.



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